Esa era la súplica que el protagonista de un popular chiste elevaba a una virgen, cuando su estado podía agravarse más de lo previsto. Aunque el ambiente no está para chistes, sobre todo para los miles de abonados afectados y cofradías discrepantes, la situación del nuevo recorrido oficial, según el acervo popular, parece ir como la del tullido de la mofa: cuesta abajo y sin freno.
Los cofrades y sobre todo aquellos que ostentan responsabilidades conocen, o al menos lo deberían, como se vive y se siente en Málaga la Semana Santa, para no caer en errores de cálculo y por tanto, prever los acontecimientos con poco margen de error. Esto nos llevaría a no incumplir promesas y crear desasosiego entre otras cosas. Lo peor de todo esto es que hay buena voluntad y mucho trabajo en este invento. Pero nos estrellamos con una férrea realidad, que demuestra la precipitación los acontecimientos y las circunstancias, lo que ha ocasionado que la correspondencia llegue tarde o no llegue, que los teléfonos de ayuda no existan o no sean atendidos, que las claves a los accesos de abonados no funcionen, que las citas previas estén excedidas y los plazos aplazados. ¿Desasosiego? Estimamos que el calificativo puede ser escaso para definir la actitud o estado de algunos abonados cuando se habla de “las sillas”.
A esto, añadiremos el descontento (queremos seguir siendo comedido en definir actitudes o estado de ánimos), de aquellos privilegiados que durante los primeros días han podido conocer su proyecto de reubicación (según la Agrupación un veinticinco por ciento). Los hay para todos los gustos y supuestos, no les vamos a aburrir con una lista de desaciertos (no olviden que todo esto se está llevando a cabo con buena voluntad y por profesionales, no es un mal chiste). Tan sólo les detallaremos un ejemplo: La Agrupación se ha permitido separar familias, eso sí sólo en Semana Santa; a un abonado con tres sillas (lógicamente correlativas) le reubican sus sillas en dos calles diferentes: dos sillas en una calle y una en otra. ¿Quién se sienta en el ostracismo; ¿la madre, el padre o el hijo? Es un solo despropósito de tantos. Las reubicaciones se están llevando a cabo con un programa informático por una empresa externa a la Agrupación, que también es la encargada de atender amablemente al abonado. Los ordenadores son cosas maravillosas, pero adolecen de un problema; no tiene alma. No les importa separar a miembros de una misma familia.
Son muchos los frentes abiertos que tienen que resolver los creadores de esta mutación para no caer en lado oscuro. Las luces que tienen o dicen que resolverá este proyecto de recorrido oficial, no llegan a iluminar todas las sombras que se están precipitando sobre el mismo. Esperemos no entrar en un túnel largo e ignoto, que necesitemos de Él, el que todo lo puede para buscar la luz final.
Hago esta reflexión porque sólo hemos hablado de un sector, el que se sienta a ver el espectáculo y financia toda esta tradición con sus euros y apoyo o asistencia -por cierto, que aprovechando toda esta movida nos incrementan los precios-. ¿Pero que se cuece en las diferentes hermandades y cofradías, en aquellas que desde el principio “negaron la mayor”, las que dijeron que sí y ahora dicen que no a los cambios, las que no están de acuerdo con el orden de salida asignado, las que no saben o no contestan?, etc., y seguimos sumando, con el espectador de a pie, que tendrá menos posibilidades de ver una procesión en la calle, con la pérdida de valor de algunos entornos y enclaves, que han sido señas de identidad a lo largo de la nuestra Semana Santa, como es el caso de la Tribuna de los Pobres (necesaria antítesis a la de los “ricos y enchufados” de la plaza de la Constitución), para un equilibrio estable.
Todo esto sin hablar aún del causante de tanto desconcierto, el Nuevo RO – así es como designan la modernidad y los entendidos al nuevo recorrido oficial-, que cuenta con numerosos aciertos y lo contrario. Nos vamos a referir (como en el caso anterior), a sólo uno de ellos, la resolución de un problema, que es parte del colapso que padece el actual recorrido oficial, por entrar las cofradías y hermandades por la misma puerta por las que salen en la Catedral. Pero crean otro despropósito, la entrada y salida al nuevo recorrido oficial de algunas cofradías por la calle Cisneros.
¿Han pensado con la incorporación de la segunda puerta de la catedral, evolucionar el actual recorrido ampliando ese entorno?
La decisión está tomada y se llevó a cabo mediante política cofrade. Desde la oficialidad se buscaron apoyos, se negociaron intereses, prebendas, …, y treinta y tantos señores tomaron la decisión que nos inquieta, algunos de ellos, sin otorgar la palabra a sus cabildos. Aunque “rectificar es de sabios” o siempre vendrá otro a que enmiende la plana o argumente que se yo. Si por cambiar hemos cambiado las imágenes de titulares de numerosas cofradías y no una sola vez.
Desde estas líneas elevaremos nuestros ruegos al Stmo. Cristo para que reparta humildad y paciencia a diestro y siniestro, y entretanto, el espíritu de la Navidad reine sobre todos nosotros.
F.t.
Noviembre 2018