El día 27 del pasado noviembre, Paco y yo, fuimos hacerles una visita a dos malagueños ilustres. Fuimos en principio, a visitar a uno, a don Eugenio Chicano del que se ha cumplido un año de su fallecimiento, el 19 de noviembre de 2019, y el día 24 de diciembre se cumplirá el de su nacimiento en 1935, e inesperadamente, y de propina, fue a su vez, una visita a don Pablo Picasso, otro malagueño ilustre. Como es habitual, como casi siempre que decides ir a un Museo, o un Exposición que te interese, el día estuvo gris y lluvioso, lo que en realidad daba un ambiente más deseable y cercano al asunto.
En principio la idea era que íbamos a ver una Exposición de (me voy a permitir tuteos cercanos), Eugenio Chicano, entre otras cosas, colaborador de Frente a la Tribuna, donde nos regaló su compañía en tertulias radiofónicas y sus artículos escritos para el periódico, dejando en nosotros un muy buen recuerdo por su amabilidad y corrección además de por sus conocimientos. Después, como he dicho, resultó otra cosa, para la cual, me apeteció, para estar acorde a los tiempos, cual actual ministro o ministra de algo, inventarme una nueva palabreja: Ver una colección bihomenajeal, (¡toma ya!). Era una colección homenaje a Chicano en la que él, a la vez, él hacía lo propio con Picasso, todo junto. Luego eran… dos homenajes en uno; un bihomenaje.

Nos recibieron don Rafael Inglada, Jefe de Publicaciones de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso y Otros Equipamientos Museísticos y comisario de la Exposición homenaje a Eugenio, y la señora María José Rodríguez, Jefa de Negociado de Administración, ambos grandes conocedores de primera y cercana mano de la obra, por haber sido amigos y colaboradores de Eugenio. Antes de entrar en la visita propiamente dicha a la exposición, debo reconocer y agradecer su amabilidad y su cercanía que hicieron de esta visita un paseo más que agradable. Gracias Rafael y María José que hicisteis de esta mañana lluviosa un encanto.
Una vez contactados, nos fuimos al local de exposiciones, sito en la Plaza de la Merced nº 13 bajo, espacio anejo al de la Casa Natal, un local tranquilo, precioso, recoleto y muy intimista. Allí, ya en la entrada, tras asimilar, con simplemente ver catálogos y publicidad, esa dualidad Picasso/Chicano o viceversa, lo primero es notar la preferencia de Chicano por sus dos colores preferidos, el rojo y el negro, que transitan por sus obras continuamente.
Ese contraste casi continuo le sirve para dar color e intensidad a cualquiera de sus bocetos, cuadros, carteles…, o lo que sea, porque si algo caracteriza y define a Chicano, es que, como diríamos en malagueño, “le armaba a todo”. Le daba igual pintura, tinta, carboncillo, sanguina, incluso diseños tridimensionales en cerámica y/o barro, etc., de los que también hay muestra en la Exposición. Con lo que fuera, trabajaba y conseguía resultados estupendos. Llegó incluso a eso tan actual del tratamiento infográfico para no quedarse atrás.
La exposición está articulada en salas con un cierto orden cronológico en el que se empieza por dibujos, unos 78, de múltiples tamaños y técnicas, a los que siguen grabados y cuadros, unos 49 entre todos. En estos últimos, los cuadros, gusta de tamaños grandes, muchas veces cuadrados y de un par de metros de lado, y abarca, cual guerrillero de los pinceles, diversas temáticas.

Hay mención a las retrospectivas sobre Picasso que hizo, una en Malacke en el 77 y otra en la Económica en el 2011. La de hoy, se puede considerar como la más amplia.
Una posible tercera, en Frente a la Tribuna tenemos la ilusión de prepararla nosotros y planeamos poder hacerla en un futuro próximo, siempre contando con la colaboración de las Cofradías (y si el Bishito lo permite). En esta de hoy, hay muestras continuadas de Eugenio sobre su admiración a Picasso, en las que llega incluso a hacer un guiño en uno de sus diseños tridimensionales, una paloma, claramente inspirada en la del Genio, a modo de homenaje personal.
Hay, como no podían faltar, varios carteles de la Feria de Málaga, esos en los que usa como encaje de todas sus imágenes, el arco de entrada de calle Larios, al que da diferentes tratamientos pero siempre abarcando a la ciudad y a sus gentes y a los que pone fondos muy “de Chicano”, de imágenes entremezcladas y siempre intencionadas, con lo que consigue ese contraste en que realza la imagen central, pero sin perder el fondo, que es lo que sitúa al espectador.

Tampoco podía faltar su personal Galería de Personajes en los que con maestría, aúna a personajes de diferentes épocas en un solo lienzo, como un todo atemporal referido a Málaga, su pasión, y en los que cada cual puede reconocer a sus preferidos. En todas estas obras se trasluce la gran verdad; Chicano es ante todo andaluz… y de Málaga. Siempre mira a la luz de Andalucía y bebe de las fuentes de sus personajes ilustres, que son los que él mismo reconocía como su inspiración.
Se muestran en la exposición también algo menos conocido del gran público, sus bodegones, en los que juega con un centro totalmente figurativo y cuidado, en el que vuelca otra vez, su maestría con los pinceles y su respeto a los grandes creadores, y los rodea de sus esbozos a veces geométricos y semi difuminados a modo de tránsito entre los tiempos, así, da mucha importancia al elemento central, pero situándolo en su propio y personal tiempo. El resultado es impactante y de gran belleza.

Faltan en esta, otra de sus grandes aportaciones a la cultura popular de Málaga, sus obras “cofrades”, con las que colaboró, casi siempre de forma desinteresada, con muchas de las Cofradías de la ciudad. Son muchas las imágenes procesionales de esta ciudad que han sido plasmadas por el maestro, y se han incorporado al tesoro de las hermandades. Estas, es posible que las veamos en esa otra futura exposición homenaje que en Frente a la Tribuna queremos hacer.
Todas las obras están acompañadas y enmarcadas con cartelas explicativas, y en las paredes, murales en los que el propio Eugenio plasma sus ideas e impresiones, pues como artista total, también le daba a la pluma para expresarse. En una de ellas, agradece a pinacotecas, museos y galerías haberle dado el respaldo y su docencia, que le ayudaron a ir engrosando su personal concepto del arte y a ir autodefiniéndose como artista.

Tras esto, ya en una pequeña tertulia de las de a pie de calle, Rafael y María José nos estuvieron hablando del Chicano persona. Como jefe, ya que fue el Director anterior del Museo Casa Natal, lo definen como una persona justa y cercana, aunque comentan qué, a veces, sacaba un genio importante cuando algo no iba bien, que poco después, se atemperaba y volvía a ser el jefe amable de cada día. Un detalle que en estos tiempos chocará, es que hablaba a todos los empleados y colaboradores, de usted. Incluso, comenta Mª José, que a ella qué, cuando entró en la administración, era muy joven y hacia sus primeras artes socio laborales, le chocaba, que un jefe que ella veía de la importancia de Eugenio, la llamara “señorita“, cada vez que se dirigía a ella, cuando para muchos todavía era “la niña”. Contaron muchas anécdotas, entre ellas, una que pone en claro la admiración de este ‘maestro por su maestro’; todos los años, se celebraba allí el cumpleaños de Picasso. Una celebración con pasteles, copas y brindis a la salud del homenajeado, como estaba mandado. Contaron más, pero como entran en el capítulo de las emociones personales de cada cual, no me corresponde a mí ponerlas aquí, eso entra en la intimidad de ellos, sus amigos.
Con esto, termino y animo a los lectores a pasar por esta exposición, de Málaga, en Málaga y con Málaga en el corazón.
Me despido, hasta la próxima… o al menos eso espero.
