“Virgencita déjame como estoy”

“Virgencita déjame como estoy”

Esa era la súplica que el protagonista de un popular chiste elevaba a una virgen, cuando su estado podía agravarse más de lo previsto. Aunque el ambiente no está para chistes, sobre todo para los miles de abonados afectados y cofradías discrepantes, la situación del...